El pequeño negocio

Por Natalia Linero
Licenciada en Periodismo

Tras décadas de dedicación y entrega a sus negocios y clientes, los pequeños comercios están sufriendo una de sus más profundas crisis. Y es que las grandes superficies y las numerosas cadenas están haciendo un daño irreparable en los negocios familiares. Lo que se percibe como un incansable pulso en cuanto a precios y campañas de marketing y fidelización, está haciendo que los comerciantes se vean obligados cada vez más, a invertir en publicidad y redes sociales con el fin de acercar a sus clientes los productos que ofrecen. No podemos olvidarnos de la venta online, en auge en los últimos años y cada vez más necesaria en cualquier clase de negocio. El comercio electrónico es sin duda el futuro para la venta de todo tipo de artículos, siendo así indispensable que los comerciantes dispongan de página web que les permita abrir fronteras y buscar clientes en cualquier parte del mundo. El esfuerzo de estos pequeños negocios por “ponerse al día” y su empeño constante por innovar y ofrecer servicios similares a las grandes superficies, no es siempre suficiente, ya que es muy difícil competir con las campañas de las poderosas cadenas que destinan una gran partida de su presupuesto a este fin. Frente a todo esto, los modestos establecimientos ponen todo su empeño en ofrecer un trato personalizado e inmejorable a su cartera de clientes, quienes acuden a estos comercios en busca de un asesoramiento cercano frente al trato frío y distante de las grandes cadenas. Éste es un punto fuerte que les diferencia y bien les beneficia. Si a esto sumamos la calidad –que nada tiene que ver con la de la mayoría de cadenas- , la variedad en los productos que se exponen en sus tiendas, y la facilidad de hacer cualquier compra sin necesidad de trasladarse de un lugar a otro, los pequeños negocios se convierten en la mejor opción a la hora de adquirir cualquier producto. Además, gracias a la diversidad de apartados y secciones en esta clase de tiendas, se pueden adquirir diferentes tipos de artículos en una sola compra, otro factor a favor en una sociedad invadida por el estrés donde cada vez tenemos menos tiempo para buscar tienda por tienda, negocio por negocio … ¿Por qué entonces cada vez elegimos más las grandes superficies? ¿Por qué nos dejamos arrastrar por lo atractivo sin analizar el beneficio a largo plazo? ¿Moda? ¿Necesidad? En un mundo donde el grande es cada vez más grande, y el pequeño cada vez más pequeño, debemos reflexionar sobre qué es lo que nos beneficia directamente, y qué es lo que realmente mueve nuestra economía, no la economía del grande, sino la economía de todos.

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