Banca digital, la gran pesadilla para las personas mayores.


Banca digital, la gran pesadilla
para las personas mayores.

Por Juan Berrocal

Las personas mayores se sienten de la era analógica y son incompatibles con los cambios tan acelerados que se está produciendo en el mundo de la banca, sobre todo, con las medidas que las entidades están aplicando en las oficinas, las cuales están causando un impacto negativo en estas personas que no se adaptan a la nueva era digital.
Hay estudios que confirman que sólo el 4% de las personas mayores de 65 años utilizan la banca online y únicamente el 33% utiliza los cajeros automáticos. No solamente la mayoría de este colectivo siente desconfianza o dificultades hacía las nuevas tecnologías, sino que ven como hay un goteo incesante de cierres de oficinas y perdidas de servicios de atención en ventanillas de caja. Las pocas sucursales que siguen abiertas disponen de poco personal para atender las ventanillas, incluso algunas oficinas tienen al mismo empleado de caja sentado en otra mesa porque está haciendo otras gestiones y mientras, la cola para la caja se va incrementando con personas mayores que son los usuarios que tienen dificultades para usar el cajero automático o la banca online. Si alguien se queja, al cliente enfadado le dicen: “utilice el cajero o la banca online”. Para el pago de recibos te informan que hay dos días de la semana con pocas horas por día; para ingresar o retirar dinero también está ocurriendo lo mismo, y en algunas entidades te informan que para reintegros de menos de 200€ tienes que hacerlo en el cajero. Recuerdo la cara de horror e impotencia que tenía una señora mayor que estaba con su cartilla delante del cajero en una entidad atestada por una enorme cola de clientes mayores. Dentro le dijeron que para reintegro de efectivo tenía que hacerlo en el cajero automático que estaba en el exterior. Con mucho miedo, algo de vergüenza y desconfianza se dejó ayudar por otra mujer que hacía cola en el cajero tras ella.
Estas medidas restan autonomía a estas personas que pasan a depender de algún familiar o amistad para que les haga las gestiones en los cajeros automáticos o banca online.
El uso de la banca digital se está imponiendo con fuerza y este grupo de personas sienten como cada día que pasa son menos compatibles con las nuevas herramientas tecnológicas. Antes, con la irrupción de internet y los llamados teléfonos inteligentes o smartphones, las personas mayores lo veían como algo que no iba con ellos. Escuchan cosas buenas y también malas de estos aparatos, aunque ven como sus hijos y nietos hacen uso de esas máquinas modernas para trabajos y ocio. Ellos piensan que a su edad no necesitan de esas tecnologías ya que se las apañan del modo tradicional, como hicieron toda la vida; para llamar tienen teléfonos de grandes números además de la libreta donde apuntar los contactos; las facturas llegan por correo y ellos van a pagarla a la ventanilla o las domicilian en su cuenta.
Jamás imaginaron que para manejar sus ahorros les obligarían a usar lo que para ellos es tan abstracto, complicado de entender y carente de confianza.
La banca digital, al igual que todo lo que está relacionado con las nuevas tecnologías, ha llegado para quedarse, tiene muchísimas ventajas, al igual que zonas oscuras y desventajas para otras colectivos. Los jóvenes hacemos uso con facilidad y cierta frecuencia, pero las entidades deberían dar a las personas mayores un trato digno y diferenciado para que su autonomía no se vea más mermada por las tecnologías que por los achaques de la edad.

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *