¿Sensualidad, comodidad o elegancia?

¿Sensualidad, comodidad o elegancia?
Por Natalia Linero
Licenciada en Periodismo

En 1889 la modista francesa Herminie Cadolle separó en dos el corsé, y le incorporó piezas de caucho para que pudiera sostener el pecho. Pero no fue hasta 1914 cuando se patentó el primer sostén moderno por Mary Phelps Jacob en Estados Unidos. Desde entonces, muchos han sido los cambios que ha sufrido esta prenda íntima, que según su uso han sido fabricadas con infinidad de materiales y tejidos. Hasta la década de los 50, las mujeres utilizaban bandas anchas para oprimir el pecho, es entonces cuando en vez de esconder, se busca realzar el busto, buscando bonitos escotes. La necesidad de la usuaria ha provocado la evolución del sujetador: seducción, moda, comodidad, precio, lactancia… Hoy en día existen cientos de modelos de sujetadores, cada uno de ellos adaptados a su público y según su necesidad. De esta forma los podemos encontrar con o sin aro, con o sin relleno, de palabra de honor, con push up, de encaje o de algodón, para jovencita o para persona mayor… un sin fín de tipos. En la década de los 90 alcanzó una fama mundial el denominado Wonderbra (sujetador maravilloso), un tipo de sostén realzador que pronto imitaron las demás marcas, pasando a incorporar el push en la confección de sus prendas. Hoy en día el sujetador push up es el preferido por las españolas, aunque el bralette le está ganando la partida por su diseño cómodo y natural. Actualmente tenemos en nuestra cómoda un sujetador para cada ocasión: uno deportivo para el gimnasio; uno de encaje para ocasiones especiales; sin tirantas para el verano; de lactancia si estamos dando el pecho… se ha convertido así, en una de las prendas más versátiles en el vestuario femenino. Según datos de vente-privee, más del 50% de las españolas prefieren el bienestar cuando adquieren un sujetador, buscando el efecto segunda piel. La mujer española se preocupa más por la comodidad y el confort tanto en su lencería del día a día, como en la de los momentos más íntimos, escogiendo prendas confortables que “sugieran” más que enseñen. En España tenemos varias marcas especializadas en corsetería que ofrecen productos de gran calidad. Una de ellas es Selmark, líder del sector en nuestro país, con unos diseños muy detallistas pero sin dejar atrás el confort y las diferentes tallas y copas especiales. Uno de sus productos más novedosos es el sujetador libre de espalda uno de los más vendidos el pasado verano. Otra firma nacional es Selene, con un precio más económico y competitivo, y con un patronaje que cada vez se ajusta más a su público objetivo. Si bien es verdad que todas tenemos varios sujetadores en nuestro cajón lencero, un reciente estudio afirma que siete de cada diez españolas no utiliza la talla correcta de sujetador, y más del 90% afirma que no sabe cómo se calcula. Para adquirir el sostén correcto, tenemos que medirnos el bajo pecho y sumar 15. Además, para conocer nuestra copa debemos saber nuestro contorno encima del pecho y a esta medida restarle la del bajo pecho. Esta resta nos dará una cifra comprendida entre 12 Y 40cm. De esta forma, éstas serán las copas correspondientes. De 11-13cm (copa A); 14-16cm (copa B); 17-19cm (copa C); 20-22cm (copa D); 23-25cm (copa E); 26-28cm (copa F); 29-31 cm (copa G)… Por ejemplo, si debajo del busto, nuestra medida es 80, y a ésta le sumamos 15, tendremos una talla 95. Y si encima del pecho medimos 98, el resultado será 18, lo que correspondería con una copa C.

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