El gran monstruo que todo lo tiene.

Amazon fue creado en Estados Unidos hacia el año 1994 por Jeff Bezos para vender libros, ordenadores, programas y discos. Con el paso del tiempo se convirtió en una librería en línea. De esta forma fue una de las primeras grandes empresas en vender a través de Internet. Hoy día está presente en todos lo países y totalmente diversificada, ofreciendo todo tipo de productos. Por eso su lema es “From A to Z”, lo que quiere decir que ofrece todo tipo de artículos de la A a la Z. En los últimos años se ha convertido en la marca al por menor más valiosa del mundo, según la lista Brandz.

Pero no es oro todo lo que reluce. Amazon, el gran monstruo que todo lo tiene, se nutre de las pequeñas empresas para ganar beneficios a costa del más débil. Son muchos los negocios, que para introducir sus artículos en la venta online, recurren a Amazon para que les ayude a dar el primer impulso. Esto puede ser un arma de doble filo. Por un lado es muy tentador ya que se trata de un portal con mucho tráfico, lo que debería ser beneficioso. Pero por otro, el hecho de utilizar esta plataforma puede ahogar al pequeño empresario, dejándolo casi sin beneficios.

Amazon se queda con el 20% del valor de los productos que se vendan desde su portal. Y esto no es todo. Los vendedores se ven obligado a bajar paulatinamente sus precios si quieren que sus productos salgan los primeros de la lista, ya que los artículos están ordenados de menor a mayor precio, hasta dejarlos sin apenas beneficios. Esto es así. O lo vendes a precios reducidísimos, o no lo vendes. Así funciona.

De este modo, vender a través de Amazon puede ser a veces negativo para las empresas. Esta plataforma se aprovecha de cualquier movimiento para obtener beneficios. Tanto es así, que si una empresa tiene algún producto puntero, algún artículo que se vende muy bien, intenta por todos los medios comprarlo y bloquear la venta de este artículo en su portal, utilizando muchas veces su mismo proveedor, sus mismas fotos y descripciones de los productos.

Perjuicio para los vendedores, perjuicio para las pequeñas empresas de barrio que ven bajar sus ventas y perjuicio para todos. Porque la riqueza que se genera a través de este gigante portal siempre estará fuera, fuera de nuestro barrio, fuera de nuestra ciudad, fuera de nuestro país. Por esto, si queremos que nuestra economía mejore, la de nuestra zona, la de nuestro entorno, debemos ser conscientes de lo que nos beneficia y lo que nos perjudica. Si en vez de comprar los productos en Amazon, lo compramos en la tienda de la esquina, que a la vez nos dará un trato más cercano y personal, estaremos contribuyendo a generar riqueza en nuestro círculo más próximo. Si queremos comprar online siempre habrá otras alternativas a Amazon, ya que actualmente son muchas las pequeñas empresas que se están sumando al ecommerce, ofreciendo sus productos en tiendas online. Y si nos fijamos bien… no hay tanta diferencia en cuanto a precios.