Arden los bosques

Se apagan los pulmones verdes del planeta.
Por Juan Berrocal

Cada año, cuando llega el calor, observamos como las noticias sobre incendios forestales se vuelven algo cotidiano en todos los medios de comunicación. Escuchamos a diario a reporteros que informan desde los mismos lugares donde se producen los incendios, tratando de transmitirnos las consecuencias que los fuegos ocasionan en las poblaciones afectadas. Nos informan de la envergadura de la catástrofe, las hectáreas quemadas, la evolución de cada foco, del número de medios desplazados que intentan apagar las llamas y de las sospechas que se barajan de cómo o quién inició el fuego. Sin darte cuenta, sin saber muy bien cómo va un incendio concreto, al poco tiempo estás escuchando información de otro gran incendio que se ha producido en otra zona de nuestro país o en cualquier parte del mundo.

Desgraciadamente la inmensa mayoría de los incendios forestales tienen que ver con la acción humana, siendo una causa muy común la negligencia en prácticas agrícolas y ganaderas, representando más de la mitad de los incendios producidos. Otros fuegos son causados por actos vandálicos o por enfermos mentales que por diferentes motivos prenden los bosques. También la despoblación de las zonas rurales da lugar al abandono de la tierra y los bosques, lo que causa que la maleza y otras especies forestales invadan sin control tierras de cultivo, bosques, caminos, senderos y carreteras. Esto crea una masa forestal continuada que ofrece un poder de combustión inmenso para los fuegos que arderán descontrolados, con gran velocidad e intensidad, lo que dificultará mucho su extinción.

En España los fuegos forestales producidos, son controlados de manera efectiva por los bomberos antes de que lleguen a calcinar una sola hectárea. Además se cuenta con la colaboración de protección civil, voluntarios y la unidad militar de emergencia, que cada uno con sus medios y entre todos coordinados con las diferentes fuerzas del estado, ayudan en la extinción de los grandes incendios que asolan el país.

El número de incendios que se producen en los bosques de todo el planeta va en aumento a un ritmo alarmante. La situación es realmente muy preocupante porque cuando arde un bosque en cualquier parte del mundo, se apaga un pedazo de pulmón verde, o lo que es lo mismo, una zona rica en vegetación donde se produce el oxigeno necesario para la vida de las personas y de los seres vivos; un oasis vegetal que alberga el ochenta porciento de la biodiversidad del planeta, donde se recicla una parte muy importante del carbono que afecta al cambio climático. Los beneficios de los bosques son múltiples y esenciales porque además actúan en la regulación del clima; protegen y nutren los suelos y los acuíferos; proporcionan alimentos y productos madereros como la celulosa, el papel y la madera entre otros; nos ofrece empleo sostenible con el medio ambiente y nos brindan espacios de recreo y maravillosos paisajes para nuestro disfrute. Por eso es un deber de todos nosotros la conservación de los bosques y buscar la manera de educar y concienciar a cada una de las personas que poblamos este planeta; así como es deber de las autoridades la aplicación de políticas que gestionen el territorio rural para la conservación del entorno y la prevención de los incendios forestales. También es un deber de las autoridades la condena de los infractores que por un motivo u otro queman los bosques que son de todos los que habitamos este planeta, porque si los incendios forestales continuan a este ritmo incesante, nos quedaremos sin árboles ni vegetación. Sin bosques no habrá vida para nadie.

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